Las características geológicas, terrenos calcáreos, licorelles (pizarras oxidadas) y graníticos, así como las condiciones extremas de temperatura (veranos calurosos e inviernos fríos) son factores que favorecen el cultivo de la oliva y conceden a los aceites del Priorat unas características organolépticas propias y diferenciadas.
La variedad de oliva más abundante es la arbequina, que trajo el Duque de Medinaceli a nuestras tierras allá por el siglo XVI. Sin embargo, también se cultivan variedades cómo: fragua, rojal, morrut y sevillenca. El aceite que se produce en el Priorat transmite la intensidad propia de este territorio situado entre las comarcas del Baix Camp, las Garrigues y las Tierras del Ebro, adquiriendo características de todas ellas pero, a la vez, con una personalidad propia muy marcada. El resultado es una aceite de oliva virgen extra de máxima calidad que se encuentra amparado y protegido por la DOP Siurana.
La denominación de aceite de oliva virgen extra indica que es un producto natural, obtenido de la prensada de las olivas mediante procedimientos físicos, y, por lo tanto, es el zumo de la oliva que conserva todo el aroma y el sabor del fruto. La gran cantidad de premios obtenidos por los aceites de los diferentes productores de la comarca demuestra la importancia del trabajo bien hecho en la elaboración del producto, desde el trabajo en la finca, pasando por la elaboración en el molino hasta el consumidor, obteniendo al final un pequeño tesoro: el aceite del Priorat.