Hablar del Priorat es hablar de oleoturismo. El esfuerzo de todos los productores de aceite de la comarca es constante durante todo el proceso: desde el trabajo en la finca, pasando por la elaboración en el molino hasta llegar al consumidor. Por lo tanto, como no podía ser de otra manera, el resultado es un pequeño tesoro: aceite de oliva virgen extra de la máxima calidad, amparado y protegido por la DOP Siurana.
Son muchos los aceites que han obtenido gran prestigio y que han impulsado el oleoturismo. Pero… ¿Cuál es la diferencia con el turismo convencional? La respuesta es sencilla: todo lo que el visitante persigue gira alrededor del aceite: las visitas, la cultura, los restaurantes, etc. Concretamente en el Priorat, hay diversidad de molinos para descubrir, así que hoy ponemos cara a algunos de ellos, que te ayudarán a entender por qué el aceite es uno de los pilares fundamentales en la comarca.
Tomamos la ruta que nos lleva al molino de aceite Priordei, en Margalef. Desde su fundación en 1933, la familia Ciuraneta se ha dedicado tanto al cultivo del olivo como a la producción del aceite, demostrando una clara pasión por la tierra y por el trabajo bien hecho. Como resultado, se obtiene un producto de altísima calidad, rompiendo esquemas en paladar y sabores.
La visita comienza con el espacio “El trabajo en el campo”, donde destaca la restauración de una lavadora de aceitunas y la reproducción de una cocina tradicional para explicar los diferentes usos del aceite en la vida cotidiana. En la planta baja nos encontramos la prensa de las aceitunas, la conservación en almazaras, la pesada y el transporte, la caseta del molinero y la costumbre de la rosta.

Instalaciones del molino Priordei
Siguiendo la ruta que nos lleva más al sur, llegamos al molino del Celler Masroig. Allí descubrimos que el aceite virgen extra que se obtiene proviene de aceitunas de la variedad arbequina de cosecha propia. La extracción del aceite se realiza mediante sistemas mecánicos y en frío para conseguir un aceite afrutado.
Durante la visita, podrás descubrir las fincas de olivos, pasear entre márgenes de piedra seca y conocer la historia de una tierra con siglos de tradición. Además, podrás disfrutar de una cata guiada en la que aprenderás todo el proceso de elaboración.

Cata de aceites en el Celler Masroig
Nos desplazamos ahora en Cabacés, para descubrir Miró Cubells, un pequeño molino de aceite que surgió de la tradición de muchas generaciones dedicadas al cultivo del olivo. En sus fincas podemos encontrar olivos milenarios, fuertes pendientes y olivos situados en el Parque Natural del Montsant.
En Miró Cubells podrás elegir entre dos paquetes de actividades, que incluyen la visita al molino, la cata de aceites y la degustación. La única diferencia es que en uno de los paquetes se incluye también la visita a las fincas. Durante la cata, aprenderás a diferenciar las diferentes variedades y sus matices.

Barranco Cavaloca, fotografría de Miró Cubells
Acabamos el itinerario en Gratallops para conocer Clos Figueres, productor de vinos y aceites. La propiedad fue adquirida en octubre de 1997 por Charlotte y Christopher Cannan. La finca actual tiene 18 hectáreas y tiene también 135 árboles de oliva arbequina para contribuir a la producción del aceite de oliva.

Clos Figueres
Estas son cuatro de las opciones que te proponemos, pero como es mejor vivirlo en primera persona, te animamos a conocer los molinos tan pronto la situación nos lo permita. De momento, y para avanzar, puedes ir buscando información sobre todo lo que podrás hacer en la comarca. ¡Así ya lo tendrás todo listo!
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